Un grupo de entidades catalanas han elaborado y firmado el Manifiesto «Salir de la crisis con nuevas perspectivas de futuro» este 5 de Abril. A partir del impulso creativo y positivo de ver en todas las crisis una oportunidad de mejora, sectores progresistas, vecinales y del mundo de la cooperación, han visto clara la oportunidad de sacar lecciones de los momentos que estamos viviendo en causa de la pandemia del Covid-19. Lecciones orientadas a actuar como palanca transformadora de una sociedad y un sistema de vida del que ya teníamos dudas, hace sólo pocas semanas, y que veíamos difícil abordar. Una parada masiva en la vida cotidiana, teñida por momentos dolorosos al escuchar, día a día, las cifras de muertos y infectados, es una situación inédita, nunca vista en la historia de la humanidad, al menos la contemporánea.

Semejante a una guerra, los «civiles» nos hemos puesto a coser batas y mascarillas, la iniciativa comunitaria ha sacado lo mejor de sí para ofrecer ayuda a los cercanos, a vecinos y vecinas que, finalmente, se han llegado a conocer. Y el ejército, de trinchera y de galones, vestido con batas blancas o verdes, con poca protección y sin desfallecer, con el ejemplo claro del trabajo más digna: la sanidad y el cuidado, sin tener que decirlo, ni predicar, sólo dejando que vemos como trabajan, como se invierten, como reclaman mejoras para seguir de pie. Y nosotros … ¿qué podemos aprender para mejorar el futuro?

a) El sentido de un estado, de un gobierno es, en primera instancia, trabajar por la población. Las políticas públicas que sean de protección y promoción de la vida deben estar por delante otros y deben ser blindadas para garantizarlas. Debemos hacer un pacto de estabilidad y compromiso por un Estado de Bienestar -salud, bienestar social, pensiones y un trabajo digno- que no sea objeto de lucha política y permita una recuperación a medio y largo plazo de nuestro país. Esto apela a los partidos políticos pero no sólo, también a las organizaciones empresariales, sindicatos, entidades sociales; Iglesia o cualquier grupo que esté interesado en participar. No vale a dejar en manos de los demás lo que podemos hacer entre todos. La situación lo merece.

b) En Cataluña se ha demostrado que la bajada progresiva de recursos presupuestarios para la salud y el bienestar social desde 2010 y durante diez años se ha traducido en una fragilidad de los sistemas social y sanitario, tanto en la dotación de personal sanitario (que ha ido marchando a trabajar fuera), como en la decadencia en equipamientos sanitarios y recursos materiales. Por no decir, las declaraciones interesadas y -como no- victimistas respecto al Estado español que muestran el tamaño real de algunos dirigentes.

c) La enorme y positiva lección que el pueblo catalán está dando cuando a compromiso y cooperación mutua. Esta crisis, basada en lo más primario, como es la salud, ha sacado el más humano y cercano de nosotros. Y esto es una muy buena noticia: esta es la pasta de la que estamos hechos los humanos, la estamos experimentando, así que podemos seguir ejercitándose en el futuro. Los valores universales nos acercan más que nos separan, las ideologías no han hecho estorbo, las clases sociales se han visto afectadas por igual, aunque a la salida nos encontraremos muchas desigualdades. Podemos asumir un camino para absorberlas antes de que se manifiesten? Podemos ya dibujar estrategias para mantener la solidaridad, para hacer programas específicos desde las administraciones y las entidades sociales que impidan el salto al vacío que significará para muchos y muchas la vuelta a la vida cotidiana? Yo creo que sí, y que hay.

d) Esta crisis la estamos viviendo todos y todas pero la sufrirán especialmente los jóvenes. Tal es su hora, la de poner sobre la mesa los valores que se han consolidado en la generación los que ahora tienen 30, 20 años para hacer las transformaciones efectivas que la sociedad requiere: desacelerar la globalización para que estamos viendo que la interdependencia excesiva de unos países respecto a los otros está creando una situación tóxica que nos deja desprotegidos. Favorecer la proximidad y la economía circular va de eso, de crear sistemas lógicos, a escala reducida, que faciliten el ahorro de energía, de transporte, de exceso en los precios y promuevan la vez una fuente de trabajo mejor repartida entre los sectores. facilitamos pues un espacio de construcción del futuro en el que los jóvenes propongan y los que somos mayores ayudamos a crear los espacios, los escenarios, las herramientas para ir hacia vías más sostenibles de vida. Los ODS insisten en la necesidad de generar círculos virtuosos en la concepción y la lógica de nuestras vidas. Desde un solo punto, es imposible, pero si nos conjuramos hacia un solo centro, podemos converger. No volvemos a olvidar que la naturaleza siempre manda. Que sólo somos seres vivos en un planeta de alquiler. Que somos capaces, sin embargo, de transformar nuestra realidad, para que en somos responsables de ella, no hay a quien culpar. Ponemos la política al servicio de las personas y no al revés. Hacemos salir los liderazgos que lo faciliten, inteligentes y generosos. Traducimos la energía de la gente en oportunidad de un cambio federal en España que transforme lo mejor de cada Comunidad Autónoma en el patrimonio de todos y lo peor o más deficitario de otro en el compromiso de todos.

Isabel Sierra, 6 de abril de 2020

 

(En el siguiente enlace, junto con la adhesión de Federalistes d’Esquerres, puede leerse el manifiesto completo:
https://federalistesdesquerres.org/es/2020/04/adhesion-al-manifiesto-salir-de-la-crisis-con-nuevas-perspectivas-de-futuro/)