«Los catalanes precisamos reconstruir principios, prácticas y convicciones democráticas y recuperar nuestras instituciones de autogobierno al servicio de todo el pueblo de Catalunya, y rescatarlo de quienes lo utilizan en beneficio propio sólo y exclusivamente. Pero hay más: quienes defienden la desobediencia a las normas y a las leyes no pueden garantizar la gestión de un referéndum, porque la observancia de la ley es un elemento de la democracia tan importante como el voto y, además, porque carecen de la credibilidad necesaria.»
¿Referéndum? No, gracias (La Vanguardia, 20 de marzo de 2020)