«De alguna manera, se ha vuelto muy difícil ser catalán y no ser independentista. Porque una parte de la ciudadanía ha asumido que es legítimo vincular sus reivindicaciones políticas a un perfil identitario, el de ser catalán, sin tomar en cuenta la complejidad de una sociedad marcada por la diversidad. Sin tomar en cuenta tampoco que no existe una sola forma de ser catalán y que la apropiación de unas tradiciones, ahora también las navideñas, sólo profundiza en un conflicto que requiere justamente espacios de encuentro.»
El tsunami llega al Palau (Crónica Global,3 de enero de 2020)