ActualidadOpinión

“La prioridad de los manifestantes, espoleados por un gobierno derechista y neoliberal que con una mano les pide que aprieten y con otra les reprime, es hacer sonar bien fuerte la voz del supremacismo tribal: nosotros frente a los otros. No porque seamos de una clase social oprimida o subalterna y luchemos por unos derechos, sino porque nacimos aquí o allá y eso nos hace diferentes, mejores, hasta tal punto de creernos ungidos de la escalofriante potestad de privar a millones de personas de sus derechos, de la condición de posibilidad para ampliar esos derechos. Ya saben: la indignidad de tener el alma controlada por la geografía, como dijo Santayana. Como participamos de una especial identidad, podemos romper el Estado, privatizando lo que es de todos, el territorio político. El privilegio frente a la igualdad. La reacción en marcha.”

La revolución de los idiotas (Diario 16, 19 de octubre de 2019)