«En países como Austria o Dinamarca, que son referentes para el movimiento independentista, las matrículas universitarias son directamente gratuitas para todos los estudiantes nacionales y del Espacio Económico Europeo, y a nadie se le ocurriría denostar la gratuidad con el argumento de que «favorece a las franjas económicamente más fuertes». En estas democracias avanzadas los servicios públicos son gratuitos y la redistribución se realiza con un instrumento que llamado fiscalidad. A los neoconvergentes y seudorepublicanos que nos gobiernan habría que pedirles la valentía que aplican a otros menesteres: obedezcan el mandato del 7-A (ese sí publicado reglamentariamente), reduzcan de una vez las tasas universitarias, y para reducir la inequidad del sistema inspírense en la fiscalidad de los países a los que quieren parecerse.»
El mandato del 56% (El Periódico, 10 de abril de 2019)