«El estado debe recuperar su normal presencia en Cataluña. No se trata de nacionalizar ni de suspender la autonomía, sino de hacer valer la naturaleza de estado que también poseen las instituciones de la Generalitat. Estamos ante un Comunidad Autónoma, con poderes, instituciones y fondos que derivan de un pacto constitucional determinado. Si se desea un nuevo pacto, una nueva base fundacional, Cataluña puede tomar la iniciativa para modificarlo e incluso sustituirlo, siempre a través de las vías existentes, que garantizan la participación de los representantes de toda la ciudadanía, y no la imposición de menos del 50% de una determinada comunidad autónoma sobre el resto.»
Cataluña es Estado (El País, 19 de diciembre de 2018)