«El autogobierno de los territorios es, así, consecuencia de su voluntad y de su historia, y no una concesión de la autoridad central; y a la vez, la autoridad central no es una reliquia de un pasado autoritario, sino la garantía de la igualdad y de la solidaridad.
En estos términos, no extraña que el federalismo aparezca como la única vía de avance en situaciones bloqueadas como la que vivimos hoy en nuestro país»
La hora federal (la Vanguardia, 5 de octubre de 2018)