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A la vuelta del verano, en Europa, se planteará si la pareja Macron-Merkel es capaz de aceptar que la desigualdad europea ha alcanzado niveles insoportables, que la exclusión social es un peligro político, que Estados Unidos es un aliado inestable y que la Unión tiene responsabilidad moral y política en el gran éxodo migratorio. A la vuelta del verano, también, el 1 de octubre, se planteará el desafío de la Generalitat catalana y su referéndum de autodeterminación, ilegal. Antes de llegar a ese punto habría que recobrar el diálogo, no sobre España y Cataluña, sino sobre el Estado. “Hablemos sobre el Estado” (El País, 9 de julio de 2017)