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Hay dos teorías para explicar su trayectoria. Una sostiene que es un pésimo analista porque decide con información defectuosa. En su descargo, esto se debería a que tiene un equipo más proclive al elogio que a la verdad. La otra teoría sostiene que es gafe. No importa la decisión que tome: acabará fatal. «Artur Mas: el mesías gafe» (Ahora Semanal, número 43, julio de 2016)