Presentación

Colonialismo no implica genocidio, sino en cierta manera algo totalmente contrario. Al colonialista lo que interesa es sacar el máximo provecho de los recursos naturales, mediante la explotación de la mano de obra nativa. No tiene por lo tanto ningún interés en, por principio, exterminarla. También es un error asociar únicamente la idea de víctimas del colonialismo con pueblos no europeos, ya que los primeros en experimentar las consecuencias de la aventura colonial fueron los europeos, digamos, periféricos

Si no ando errado, fue el físico italiano Enrico Fermi quien construyó la primera pila atómica y consiguió la consiguiente pionera reacción nuclear en cadena. ¿Se le podría considerar en consecuencia culpable de los muertos en Hiroshima y Nagasaki? La asociación entre ambos hechos puede parecer forzada, por diversas razones, que sería prolijo revisar, pero no lo es mucho más que los argumentos esgrimidos por los sectores soberanistas, y afines, incluyendo la primera edil de Barcelona, a propósito del 12-0, al identificarlo con el supuesto genocidio de los pueblos indígenas americanos.

Estoy bastante de acuerdo en que calificar de “descubrimiento” a secas el citado hecho, el 12-O, es en gran medida impropio, dado que es obvio que, de manera más o menos fortuita, debieron haber bastantes europeos que cruzaron el Atlántico antes que Colón. Y quizá asiáticos por el Pacífico. También es impropio porque el almirante estaba convencido de haber alcanzado poco menos que las costas japonesas. Los otros probablemente ni se plantearon adonde habían arribado. Pero es innegable que el 12-0 supuso uno de los grandes descubrimientos (ahora sí) científicos de la Humanidad. Nada menos que la percepción de que la circunferencia terrestre, era mucho mayor de lo que se había asumido.

¿Consecuencias? Un proceso de colonización de todo un continente. Y el colonialismo es una de las grandes vergüenzas de la historia, sin lugar a dudas.

Pero vayamos por partes: colonialismo no implica necesariamente genocidio, porque al colonialista lo que interesa es sacar el máximo provecho de los recursos naturales, mediante la explotación de la mano de obra nativa. No tiene por lo tanto ningún interés en, por principio, exterminarla. Ni los casos más escandalosos de explotación colonial, como, por ejemplo, el Congo de Leopoldo II, han sido genocidios. El rey de los belgas no estaba interesado en matar a los nativos, sino en sacar el máximo provecho de su trabajo esclavo, para pagarse las francachelas. De otra manera, habría que calificar también como tal genocidio el capitalismo llamado manchesteriano. Y en caso de duda, relean ciertos grouchomarxistas a Friedrich Engels.

Y lo dicho nos lleva a otro error, o ignorancia, de los susodichos: asociar únicamente la idea de víctimas del colonialismo con pueblos no europeos. Como ha demostrado más de un historiador (recomiendo, por ejemplo, The making of Europe de Robert Bartlett, cuya lectura puede contribuir a desasnar a más de cuatro), los primeros en experimentar las consecuencias de la aventura colonial fueron los europeos, digamos, periféricos. Por ejemplo, en el espacio báltico. Bastaría también reflexionar sobre ciertos hechos próximos a nosotros. Por ejemplo, las “gestas” almogávares en Grecia, la conquista de Cerdeña (¿por qué fue necesario repoblar L’Alguer?) o la Reconquista, tema válido para todas las coronas ibéricas. Un ejemplo sobre esta última cuestión. El 9 de octubre de 1238, el “alt rei en Jaume”, aquel que dormitó bajo “el pi de les tres branques”, entraba en Valencia. En realidad la ciudad se había rendido el último día de setiembre. ¿Razón del retraso? Expulsión de toda la población musulmana y reparto de sus hogares entre los conquistadores. Claro que peor lo tuvieron en las Baleares, dónde muchos de sus habitantes de religión mahometana, fueron vendidos como esclavos. Esto suena también a lo que hoy llamamos genocidio.

Espai Federalista, 27 de octubre de 2015