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Uno de los eslóganes centrales del procés es un sol poble. ¿Afirmación o ideal? Si afirmación, es falsa: no votan lo mismo, ni mucho menos, el interior y la costa, hablantes de catalán y castellano, el campo y el cinturón industrial. Ante tales diferencias, ¿qué propone el soberanismo? Un sol poble apunta a una homogeneidad imaginaria en la que, de todas las identidades posibles (género, clase social, origen étnico…), solo hay una dotada de significado y de derechos. “Cataluña: mitos y emociones” (El País, 22 de octubre de 2015)