«[…] si las afirmaciones de unos, más allá de cohesionar a los ya convencidos, no aportan elementos de inteligencia que puedan cumplir la función de persuadir a los otros de lo erróneo de sus planteamientos, ¿podemos hablar, en sentido mínimamente propio, de deliberación democrática?».
El menosprecio al adversario como síntoma, por Manuel Cruz (Política&Prosa, 6 de marzo de 2025)