«Si la idea sigue viva en Cataluña es porque sigue siendo eficaz como arma electoral en la división entre independendistas. David Cameron también pensaba en sus intereses partidistas, y creía que el referéndum del Brexit le servía en su batalla con los radicales conservadores. La democracia y la economía británicas siguen sufriendo por ello. Un referéndum de secesión, o su intento, no servirá para resolver nada en Cataluña, ni para mejorar nuestra democracia ni nuestra economía. Pero su pervivencia en el imaginario simbólico de muchos nacionalistas seguirá dificultando la necesaria evolución positiva de las cosas en el único sentido posible, que es el de la federalización de España y Europa, la superación del estado-nación y la relativización de las fronteras.»
La muerte lenta del referéndum de secesión (progresrealprogresoreal.blogspot.com, 21 de abril de 2024)