«El tiempo, que todo lo cura, también ha ido aventando los apolillados fantasmas del pasado que se instalaron en el Born hace diez años, aunque a la vez se hacía evidente la disonancia entre el proyecto inicial y la realidad catalana, cada vez más ajena a las idealizaciones románticas del nacionalismo.»
Adiós al mausoleo del ‘procés’ (El País, 4 de marzo de 2024)