La realidad urbana tiene muchos elementos comunes y una necesidad clara de abordajes compartidos, como deja en evidencia nuestro último trabajo sobre Federalismo y Municipio, presentado el pasado 17 de septiembre en Badalona.
La dimensión metropolitana de la que muchos municipios participan, además, requiere un abordaje especifico de gran interés para las tesis federalistas, por la oportunidad que representa para poner en valor la complejidad de los asuntos cotidianos que afectan a nuestras comunidades y las formulas federales que facilitan el consenso, el equilibrio y la igualdad de oportunidades en entornos urbanos.
Este año, ONU Hábitat celebra el Dia Mundial Metropolitano con el lema “Atravesando los límites”, una apelación directa al ideario federal de derribar fronteres para ofrecer una mayor eficacia en los servicios públicos y una mejor cooperación entre diferentes niveles administrativos. Federalistes d’Esquerres apuesta claramente por la visión metropolitana en la gestión de los asuntos urbanos de dimensión claramente supramunicipal, teniendo en cuenta que los problemas globales más actuales, como la lucha contra el cambio climático, la suficiencia energética, la movilidad y la vivienda, entre otros, deben entenderse desde lógicas supralocales que diseñen políticas públicas de gran calado y mayor sostenibilidad.
La interdependencia entre los municipios que forman parte de un área metropolitana ha de poder formalizarse mediante acuerdos específicos, jurídicamente válidos, y a través de organismos o espacios funcionales de cooperación que tengan una mirada larga, un método de planificación estratégica compartido y una lealtad entre las partes que permita las mejores soluciones en cada momento. No sólo se trata de gestionar de forma eficiente, sin embargo.
La visión federal también incluye un esfuerzo para la igualdad de oportunidades de la población, independientemente de dónde habite, la posibilidad de disfrutar de los mismos derechos de forma equitativa y de poder realizar sus proyectos de vida de forma sostenible y adaptada a cada momento vital. Así, las políticas de vivienda han de facilitar las transiciones vitales con una oferta diversificada y adaptada a los diferentes niveles económicos; las actuaciones para evitar la contaminación atmosférica y el ahorro de energía han de contar con el continuo de la trama metropolitana para ser efectivas; el derecho a una sanidad y unos servicios públicos de calidad deben alcanzar a cada rincón de cada barrio; las oportunidades de formación y laborales deben diseñarse de acuerdo a un ecosistema más amplio que el de la ciudad para facilitar el juego de la oferta y la demanda.
Y también el patrimonio cultural y natural de ese sistema puede ser oportunidad para generar cohesión social y sentido de pertenencia. La eliminación de barreras, en la planificación y gestión pública, es más mental que propiamente competencial, pero es necesario aún así, que se establezcan unas reglas claras del juego, comunes a todas las áreas metropolitanas españolas y en sintonía con otras iniciativas internacionales, para facilitar esa transmisión horizontal de conocimiento y gobernanza, derribando muros y tendiendo puentes. Y para afianzar las alianzas también es necesaria una relación leal con el nivel regional de la administración de forma que se reconozca la singularidad del área metropolitana, por un lado, pero también se financien de forma conjunta con el Estado o la Unión Europea, las políticas públicas que pueden actuar de palanca y desarrollo de las de tipo local, orientándolas y alineándolas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, a partir de cada realidad concreta y la conjunción de los esfuerzos específicos de cada territorio. Igualdad en los objetivos y diversidad en los métodos para avanzar hacia una mayor equidad para las personas. Federalmente.
Declaración de Montreal sobre Areas Metropolitanas: Montreal-Declaration.pdf (habitat3.org) communication@metropolis.org
Artículo de Isabel Sierra