«El espíritu republicano pasa hoy por la defensa de una perspectiva federal a la crisis territorial y por un esfuerzo de regeneración de las más altas instancias del Estado – empezando por el poder judicial. Bienvenida sea la República, si en ella llega a desembocar un día tal empeño. Pero, desde luego, nada progresista surgirá de un proyecto político que enfrenta a la sociedad catalana consigo misma y con el resto de España. Por mucho que, para embaucar a la gente, los líderes nacionalistas se adornen con un gorro frigio.»
El precio de la pólvora (Lluisrabell.com, 10 de octubre de 2020)