«Ellos son el rostro humano de la globalización, personas de ascendencia mixta, culturas e idiomas: las personas que la ex primera ministra británica, Theresa May, calificó como “ciudadanos de ninguna parte”.
Pero no están en ninguna parte, están aquí, y no todos serán asimilados en una identidad preexistente. La identidad es una negociación de diferencia, no una suma de lo viejo y lo nuevo, no la mitad y la mitad. Y eso también se aplica al lenguaje. Aún quedan por ver qué opciones culturales y lingüísticas tomarán sus hijos.»
Las lenguas de Cataluña (CTXT, 9 de junio de 2020)