«Pujol cimentó algo más pernicioso: la superioridad moral nacionalista que ha impregnado todas las capas de Catalunya y ha creado sus redes de complicidad. Fue el hombre que abogaba por la integración, siempre que esta trabajara para sus filas. Fue el que estableció la frontera entre los de casa y los de fuera, señalando como forasteros a aquellos que no respondieran a su ideario de Catalunya. De los ‘botiflers’ a los ‘ñordos’ hay varios lustros y una misma idea. »
Pujol y la ira (El Periódico, 11 de junio de 2020)