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Consejo Federal Español del Movimiento Europeo 

Unión de Europeístas y Federalistas de España

MANIFIESTO


El 9 de mayo de 2020 celebramos el 70 Aniversario de la Declaración Schuman que dio origen, sólo 
cinco años después del final de la II Guerra Mundial, a la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, y con ella, a la primera experiencia de integración política y económica supranacional exitosa de la historia. Si miramos al  transcurso de estos años podemos afirmar sin rubor que aquel día iniciamos un proceso innovador en el que por primera vez se atribuye a las instituciones europeas la puesta en común de parte de la soberanía, hasta entonces reservada en exclusiva a los Estados nación. Esto ha hecho de la Unión Europea un ejemplo para la humanidad. 

Una Unión de ciudadanos y estados, organizados con base al Derecho, la democracia y el respeto a los Derechos Humanos, en el marco de una economía social de mercado que ha garantizado a lo largo de estos 70 años libertad política, progreso económico y bienestar social. La Declaración Schuman marca por ello la primera experiencia democrática de una unión de estados soberanos, que sólo cinco años atrás se batían en el mayor conflicto bélico que la humanidad recuerda. Quitando la razón a Adorno, después de Auschwitz fue posible escribir poesía, aún en forma de declaraciones políticas. 

Juntos, dentro de la Unión Europea, somos más fuertes, y únicamente a través de la profundización en la integración política de la Unión lograremos, el conjunto de los países europeos, jugar un papel significativo en la política mundial haciendo que Europa sea más fuerte en el Mundo, especialmente en un escenario global donde las grandes potencias como Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump, y China, o incluso Rusia, representan modelos inspirados en valores incompatibles con los de una democracia liberal y social avanzada. La Unión Europea es el baluarte de una humanidad necesitada de referentes. 

Por ello, cuando asistimos a una época convulsa como la actual, con amenazas en nuestro entorno inmediato como las guerras de Libia y Siria, la amenaza del terrorismo internacional; o internas, como la retirada del Reino Unido, las vulneraciones del Estado de Derecho en algunos Estados Miembros o las crisis de refugiados que ponen en duda el respeto a los Derechos Humanos es capital poner en valor el legado de la Unión Europea hasta este momento. 

A todas estas causas se suma, desde diciembre de 2019 la pandemia del coronavirus que está asolando a la población del mundo y que ha tenido consecuencias dramáticas también en Europa. Este hecho ha de llevarnos a defender una mayor integración de nuestras políticas sociales en el ámbito europeo a través de una Unión Sanitaria para responder, sobre la base al principio de subsidiariedad, en la esfera sanitaria, y a una mayor ambición política para dar una respuesta solidaria a la depresión económica global que se cierne sobre nosotros. 

La amenaza del COVID-19 requiere de una respuesta europea eficaz. Desde el principio de la pandemia, la UE ha movilizado 37.000 millones para ayudar a financiar los gastos de la emergencia, mientras que el BCE ha empezado a comprar deuda pública por valor de 750.000 millones. Además, se han suspendido la aplicación de los límites de deuda y déficit públicos del Pacto de Estabilidad, y se han permitido las ayudas de estado a las empresas. También se ponen a disposición líneas de crédito del Banco Europeo de Inversiones, y del Mecanismo Europeo de Estabilidad por valor de casi medio billón de euros. 

Junto a ello, apoyamos desarrollar la iniciativa del Green Deal y la propuesta del Parlamento Europeo y del gobierno español de un nuevo Plan de Recuperación post-Covid 19, que se financie a través de duplicar el marco financiero plurianual financiado por más aportaciones de los Estados miembros, con nuevos recursos propios de la Unión y con la emisión a largo plazo de deuda de la Unión, con objeto de facilitar a los Estados, básicamente, inversiones y transferencias de capital en vez de créditos. 

Además, este drama provocado por el coronavirus debe activar la agenda del Consejo Europeo, la Comisión y el Parlamento, las tres instituciones, y en particular el Parlamento, deben liderar de la mano de la ciudadanía, la sociedad civil organizada y contando con los jóvenes, la Conferencia sobre el Futuro de Europa, una agenda de reformas políticas que desemboque en una reforma profunda de los Tratados con vocación Federal. Dar respuestas a las crisis sanitarias globales, completar la arquitectura del euro, establecer una 

fiscalidad al nivel de toda la UE, constitucionalizar el pilar social y la transición ecológica, avanzar en la agenda digital, fortalecer nuestro sistema de toma de decisiones, acabar con la paralizante regla de unanimidad en el Consejo de la Unión y en el Consejo Europeo, y dotar de mayor ámbito de codecisión al Parlamento Europeo, desarrollando el derecho de iniciativa de esta institución y sus competencias en investigación, son reformas apremiantes que necesitan una reforma de los Tratados. Si antes de la pandemia del coronavirus estas reformas eran necesarias, ahora son imprescindibles y urgentes. 

Por ello, en este 9 de mayo pensamos que es hora de un relanzamiento europeo. Es hora de continuar con mayor determinación el viaje hacia el objetivo contenido en la Declaración Schuman de avanzar en una etapa más de la Federación Europea, condición ineludible para el mantenimiento de nuestro modelo de vida en paz y bienestar, y para proyectar nuestros valores de libertad, igualdad y solidaridad en el resto del mundo.

Francisco Aldecoa Luzárraga Enrique Barón Crespo 

Pdte. del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo Pdte. de la Unión de Europeístas y Federalistas España