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  1. Hace 70 años, Robert Schuman y Jean Monnet dieron a luz lo que iba a convertirse en la Unión Europea. Su propuesta fue radical: unir las industrias del carbón y del acero de Francia y Alemania. Era el momento correcto. Su método fue inteligente. Su proyecto era viable. Y su misión fue federal.

«De este modo, se realizará de manera sencilla y rápida la fusión de intereses que es indispensable para el establecimiento de un sistema económico común. Puede ser el punto de partida para que pueda surgir una comunidad más amplia y más profunda entre países que durante mucho tiempo se opusieron entre sí por enfrentamientos sangrientos.”

«Al poner en común la producción básica e instituir una nueva Alta Autoridad, cuyas decisiones vincularán a Francia, Alemania y otros países miembros, esta propuesta llevará a la realización de los primeros cimientos concretos de una federación europea indispensable para la preservación de la paz.»

  1. Schuman advirtió que «Europa no se hará de una sola vez, o de acuerdo con un único plan. Se construirá a través de logros concretos que comiencen a crear una solidaridad de hecho». Como aconsejaba Monnet, sólo una gobernanza supranacional haría realidad el espíritu de solidaridad entre los seis Estados miembros y sus ciudadanos.
  2. A lo largo de los años, el método de Monnet ha evolucionado, se han desarrollado nuevas instituciones y se han adherido a la Unión muchos más Estados. Pero, a la vez que se conseguían logros que no deben subestimarse, la UE luchaba por mantener el ritmo de la integración y estar a la altura de las ambiciones de sus padres fundadores. El nacionalismo atrae de nuevo a demasiados políticos europeos, e incluso algunos Estados miembros cuestionan el Estado de Derecho de la UE. En estas circunstancias, está resultando imposible para la Unión realizar todo su potencial.
  3. Hoy en día, la pandemia del coronavirus está provocando enormes problemas sociales y económicos, agravando la inestabilidad financiera, los desequilibrios regionales y las divisiones políticas, poniendo de manifiesto la fragilidad constitucional de la Unión. En el difícil entorno internacional, la integración europea necesita un nuevo impulso coherente con el espíritu de la Declaración Schuman.

CONFERENCIA SOBRE EL FUTURO DE EUROPA

  1. Se ha acordado, en principio, convocar una importante conferencia sobre el futuro de Europa en la que participen las instituciones representativas, los órganos consultivos, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos. Esperamos que pueda convocarse en septiembre de 2020. Instamos a que se aceleren los debates entre las tres instituciones sobre la preparación y organización de la Conferencia  sobre la base de la propuesta hecha por el Parlamento Europeo. Pedimos al Consejo Europeo que defina rápidamente su posición – aunque el hecho de no hacerlo no debería impedir que la Conferencia iniciara sus trabajos.
  2. El Grupo Spinelli recomienda que el ámbito de la Conferencia sea amplio y que su mandato sea la reforma. El objetivo general de la Conferencia es dotar a la Unión de los medios necesarios para afrontar mejor los retos actuales y previsibles en el futuro, y hablar y actuar con una sola voz cuando sea necesario.
  3. La Conferencia deberá incluir tanto una evaluación crítica del equilibrio de competencias entre la UE y los Estados miembros como una reconsideración exhaustiva del equilibrio de poderes entre las instituciones. Algunas de las propuestas de reforma pueden lograrse dentro del marco actual del Tratado de Lisboa, otras conducirán a la modificación del Tratado.

EL EQUILIBRIO DE LAS COMPETENCIAS

  1. La Unión debe ser competente para abordar con eficacia todas aquellas cuestiones que actualmente superan la capacidad de sus Estados miembros para resolverlas por sí solos. El principio federalista de subsidiariedad debe aplicarse plenamente en todo el espectro de la política interior y exterior. El objetivo debería ser construir una democracia liberal dinámica, una sociedad europea justa y resistente, y una economía sostenible.
  2. La Unión no puede permitirse el lujo de dividirse permanentemente entre contribuyentes netos y beneficiarios del presupuesto. Esto requiere que el elemento federal del presupuesto – «recursos propios auténticos» – se amplíe progresivamente respecto al total. La UE debería utilizar su mayor capacidad fiscal para invertir en bienes públicos de valor común para todos sus ciudadanos, incluida la educación, la investigación científica, las nuevas tecnologías, la ciberseguridad y el “Green Deal” Europeo.
  3. El reparto de competencias entre los Estados miembros y el nivel de gobierno de la Unión debe revisarse, especialmente en los ámbitos de la salud pública, del suministro de energía y del asilo y la inmigración. La supervisión del sector europeo de los servicios financieros debe reforzarse a nivel federal. El mercado único necesita una consolidación en los ámbitos de los servicios y la política fiscal.

EL EQUILIBRIO DE PODERES

  1. El refuerzo de las competencias de la Unión requiere el refuerzo de su gobernanza. La autoridad ejecutiva debe concentrarse en una Comisión racionalizada, plenamente responsable frente al legislativo bicameral del Parlamento y el Consejo.
  2. El recurso a la unanimidad en el Consejo debe sustituirse por una mayor utilización de la votación por mayoría, en particular en las políticas fiscales y sociales. Cuando sea necesario, debe reforzarse la cooperación entre un grupo de Estados miembros con espíritu de integración. El Parlamento Europeo debe obtener el derecho de codecisión con el Consejo en materia de recaudación de ingresos.
  3. Es necesaria una reforma, antes de las elecciones de 2024, para garantizar que una parte de los diputados al Parlamento Europeo sea elegida en una circunscripción paneuropea a partir de listas transnacionales, disputadas por partidos políticos federales. 

RELANZAMIENTO

  1. La Conferencia sobre el futuro de Europa es la ocasión de relanzar el proceso de unificación europea según las líneas federales previstas por primera vez en la Declaración Schuman. Los europeos del siglo XXI merecen vivir en una unión política: democrática, bien gobernada y dotada de recursos suficientes. Y el mundo necesita una Unión Europea fuerte que proyecte en el extranjero los valores y principios que defiende internamente.
  2. El Grupo Spinelli está dispuesto a elaborar sus propuestas para una federación europea como contribución a los trabajos de la Conferencia.

Anexo documento de trabajo de la Comisión de Asuntos Constitucionales en el 70 aniversario de la Declaración Schuman: https://federalistesdesquerres.org/wp-content/uploads/2020/05/2020-05-05_working-document-70th-anniversary-Schuman-Declaration_annex-1.pdf