«Ahora sabemos, desde hace pocos meses, que la salud de todos, incluidos los más ricos, depende de que haya salud para todos, también los más pobres. El coronavirus todo lo iguala y sólo es el tratamiento de la enfermedad y las fórmulas que elijamos para enfrentar sus consecuencias económicas donde pueden volver a salir las diferencias. No debemos permitir que la fabricación y venta de los medicamentos y las vacunas se haga bajo una discriminación injusta. Sería escandaloso pero también temerario. Vendrán más pandemias y si no aprendemos la lección de la primera, la que luego venga será todavía peor.»
Debemos tomar precauciones (El País, 26 de abril de 2020)