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«En esta guerra actual, ningún sanitario deserta. Tampoco combate obligado a punta de pistola. Eso sí, sin material protector y sin el número necesario de compañeros, respiradores y plazas de uci, es como ir a la batalla en alpargatas y sin un fusil cada uno. Es el fruto dramático de los recortes de una década en la sanidad pública bajo la guía de una austeridad inclemente. Un dramatismo que ahora queda al desnudo con toda su gavedad.

Y como en toda guerra, en esta no falta la quinta columna. Personas desleales, ventajistas, saboteadores o granujas que tratan de sacar tajada de la calamidad colectiva. No todo iba a ser heroicidad.»

La quinta columna (El Periódico, 21 de marzo de 2020)