«Siempre el historicismo fue coartada de los nacionalismos. Pero hay grados. Cuando lo usa alguien de la eximia altura ética de Clara Ponsatí, agárrense la decencia.
La fugada exconsellera reconoció a toro pasado que en el otoño desobediente de 2017 las élites indepes “estábamos jugando al póquer e íbamos de farol”: engañaban a los ciudadanos.»
Catalanes y judíos (El País, 18 de febrero de 2020)