«El gobierno actual tiene ante sí la responsabilidad de hacer política con mayúsculas, porque este país necesita repensarse en muchos frentes: gestión de residuos, modelo energético, gestión del urbanismo, reconversión industrial, arquitectura sostenible, prevención para la resistencia ante las catástrofes… Y más: en un país que vive del turismo y se industrializa en torno a las grandes ciudades, la mayoría de la población se ha desplazado al centro de la península y a nuestras costas. Esta emigración genera, a su vez, disminución drástica de los servicios y acelera la diáspora de los que apostaron inicialmente por quedarse.
Por eso, cuando oigo a la ministra portavoz Montero decir que hay que pensar en los trabajos que tendrán los españoles dentro de veinte años, al ministro de Fomento Ábalos hablar de inversión para la prevención, o a la vicepresidenta de Cambio climático, Ribera, hablar de reconversión energética, pienso que, a pesar del griterío, vamos por buen camino. Quizás porque cuando cabalgan, a los miembros del gobierno, les ladran al pasar.»
Del pequeño milagro económico a la Dana y la Gloria (El Triangle, 6 de febrero de 2020)