«El Brexit ha mostrado que no valen soluciones binarias para cuestiones complejas, y que “el hecho mayoritario” es una ficción en un mundo social crecientemente fragmentado. Quizá acabe enseñándonos también el peligro de imponer un resultado a las generaciones a las que pertenece el futuro. En ese futuro hay que pensar hoy en términos de un divorcio que impondrá la lógica de la competencia en lo económico, aunque seguirá habiendo una convergencia de intereses en seguridad reflejados en el ámbito de la OTAN. Pero la naturaleza de nuestra relación con la isla cambiará. Y también cambiaremos un poco nosotros.»
El Brexit y el fin de Occidente (El País, 30 de enero de 2020)