«Podrá conformarse, pues, un Gobierno de progreso en que cifraban sus esperanzas amplios sectores de la sociedad, en Cataluña y en toda España. Esperanzas de desbloqueo para abordar desafíos insoslayables: combatir desigualdades sociales y de género, revertir el deterioro del Estado del bienestar, emprender la transición ecológica, lograr una incorporación humanista del modelo productivo a la era digital… Y —¡cómo no!— expectativas de iniciar, tras años de estéril confrontación, un tiempo de diálogo en el conflicto catalán. Sin embargo, el contexto augura las mayores dificultades. Quienes apostamos por este Gobierno sabemos que el éxito de sus propósitos requerirá de muchas y activas complicidades: en el mundo del trabajo, en los ámbitos académicos y culturales… En todos aquellos espacios de encuentro donde nunca hemos dejado de propugnar el retorno de la política.»
Blindar la esperanza (El País, 8 de enero de 2020)