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“La importante presencia policial del fin de semana próximo en los colegios electorales ya resulta una anomalía. Sólo que se produzca algún incidente esporádico, su difusión proporcionará munición electoral para las opciones más extremistas. En los últimos días se han escuchado por parte de líderes independentistas argumentos peregrinos sobre lo que es o no violencia. Pues bien, votar bajo el síndrome de la agitación podrá ser una forma de protesta, pero seguro que no es la más democrática.”

La agitación (La Vanguardia, 3 de noviembre de 2019)