«Yo entiendo perfectamente que mucha gente esté harta de muchas cosas. Lo que no veo es qué relación tienen esas cosas con España, ni de qué manera una república catalana las resolvería. De hecho, lo mismo puede decirse de esa palabra clave que ustedes están pensando. Estar contra la sentencia ¿significa considerar que el Tribunal Supremo ha hecho un relato inexacto de los hechos o ha aplicado incorrectamente los tipos penales? ¿O que esos hechos no deberían estar penados? ¿O que los políticos deberían estar exentos de la obligación de obedecer la ley? ¿Todos, o sólo los independentistas?… Dicho de otra manera, quienes protestan contra la sentencia ¿qué proponen?»
Sentencia y totum revolutum (La Vanguardia, 31 de octubre de 2019)