«Cuando el parlamentarismo ha fallado en esta tarea esencial, sus críticos extremistas han encontrado argumentos para erosionar la democracia misma, presentándola como un sistema ineficaz. De ahí que entre las dos guerras mundiales se formulara la teoría del parlamentarismo «racionalizado»: no había que pensar solamente en la responsabilidad del Gobierno ante la cámara, sino que esta debía ser responsable de la formación del Ejecutivo al designar a su presidente. Los procedimientos de investidura se integraban en los textos constitucionales, lo que da la medida de la importancia que merecían.»

Gobierno y gobernabilidad (El Periódico, 16 de septiembre de 2019)