«No nos llevemos a engaño: los sistemas autoritarios muestran cierta eficacia frente a los retos globales y complejos, pero de la misma forma que en nuestras democracias estamos padeciendo tics autoritarios, en los regímenes autoritarios se observan reacciones democráticas. Lo vemos en Hong Kong, Rusia o Turquía, y en lugares más cercanos a nuestro modelo, como Italia y el Reino Unido, donde el sector más saludable de su arco político comienza a reaccionar tímidamente frente a quienes aspiran a llevar a estos países por la senda populista. Tales signos esperanzadores indican que, a largo plazo, lo que es realmente flexible es la democracia, pero debe ser una democracia con actores responsables capaces de asumir el papel que les corresponde.»
Regímenes autoritarios (El País, 8 de septiembre de 2019)