«El proceso según el cual los separatistas catalanes intentaron olvidar la constitución y partir de un mínimo porcentaje de mayoría quisieron separar a su región de la nación española para siempre, no solo fortaleció a los viejos partidos como el socialista sino que también debilitó al Partido Popular (que tan mal manejó esta situación) afianzando dos nuevas versiones de derecha populista: Ciudadanos y Vox.
El primero no se diferencia mucho del PP pero presenta caras y marketing nuevo: un populismo neo-liberal y light que también hemos visto por estas tierras en sus versiones peronistas y no peronistas. El segundo es un partido post-fascista, misógino, homofóbico y racista, muy cercano a las formas y las ideas del populismo de Donald Trump y también de Salvini.»
Nacionalismos transatlánticos (Clarín, 29 de julio de 2019)