«Buena parte de los ciudadanos compartimos dos grandes prioridades. La primera es frenar y revertir la desigualdad, la pobreza y la depauperación que se ha apoderado de nuestras sociedades. El resentimiento y la ira que ha traído esta nueva era de desigualdad –incluida la territorial– es la raíz del caos político actual.
La segunda prioridad es el cambio climático y la transición hacia una economía amable con el clima. Es un imperativo categórico. La civilización, tal como la conocemos, depende de esta prioridad. Pero, según como se afronte, las políticas pueden aumentar la desigualdad y el resentimiento social. Miren, por ejemplo, lo que le ha sucedido a Emmanuel Macron con los chalecos amarillos.»
Economía al servicio de la sociedad (La Vanguardia, 24 de julio de 2019)