«El nacionalismo en Cataluña ha estado siempre presente, con un carácter más o menos inclusivo respecto de los venidos de fuera. Esta realidad entorpece el discurso a algunos sectores que ahora niegan que el independentismo sea nacionalista. Ese nacionalismo podrá ser de diferentes tipos, más o menos nativista, más o menos pragmático, más o menos político, pero, en el fondo, siempre está presente, dado que parte de la diferencia como elemento legitimador para desarrollar un proyecto político independiente del resto. Ahora, en un contexto europeo en que los nacionalismos destacan por poner en peligro los valores y estructuras comunes de convivencia, ser visto como un movimiento nacionalista no interesa.»
Pereza (El País,24 de junio de 2019)