ActualidadOpinión

«Es, en definitiva, la infinita capacidad que los sectores menos inteligentes del soberanismo, fáciles de distinguir porque siempre están a los mandos del procés, para intoxicarlo todo, hasta la causa más unánime. No hay nada en el mundo que no sea susceptible de ser arruinado si cae por ahí un cargo voluntarioso de la Generalitat, desde la abolición de la esclavitud al apartheid. Todo es bueno para el convento.

Ese empeño melancólico del independentismo consiste en creer que sus agravios, de tan clamorosos, tienen cabida en cualquier escenario del mundo, independientemente del público. »

Cosas tristes en Mauthausen (El País, 5 de mayo de 2019)