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«¡Qué sueño tan atractivo! Para realizarlo, sólo necesito una causa, pero bien elegida. Una causa hermosa, emotiva…, fácil de entender, con dibujitos y colores vivos. Pero una causa, naturalmente, irrealizable, o al menos siempre pospuesta, para que yo no tenga que rendir nunca cuentas. Para ser siempre, pase lo que pase, por definición, víctima. ¡Es tan bonito ser víctima! Y que te hagan homenajes y tú no tengas que rebajarte nunca a homenajear a nadie. Y cuando digo a nadie quiero decir a nadie. Ni a los judíos asesinados en cámaras de gas. ¡Buena soy yo para ser menos víctima que nadie!»

«I have a dream» (La Vanguardia, 16 de mayo de 2019)