«Si damos por válidas la mediación, la cooperación, la co-educación, en la Enseñanza ¿Cómo no somos capaces de trasladarlas a la política? Los instrumentos son válidos o no lo son., más allá de su aplicación. La misma intención de superar el repliegue obliga a mirar por el periscopio. Y cuando se hace se ve que hay otra realidad. El federalismo no es una reacción al independentismo sino una voluntad de buscar las formas de organizar las cosas, combinándose con los demás. Cuando era pequeña, mi hija, a la pregunta de un cuestionario escolar sobre cual consideraba su principal defecto, respondió que era que los otros no hacían lo que ella quería. En el independentismo pasa algo así. No se puede pretender que los demás hagan lo que uno quiere. Mi hija superó aquello, pero creo que hay gente que aún no lo ha hecho. No puedo pretender que el pueblo de al lado haga lo que yo quiero. Hará lo que le venga en gana y le convenga. Pero parece que resulta sensato y fácil de entender que, seguramente, tenemos problemas parecidos y que puestos en común a lo mejor tienen soluciones más viables. Y, en este sentido, no solo las soluciones tienen que ser compartidas, también las preocupaciones tienen que serlo.»
Entrevista a Diana Salvadó (El Triangle, 25 de mayo de 2019)