«Y la solución? Salta a la vista que no consiste en acabar con la UE, aguándola o desarticulándola como pretenden los nacionalpopulistas de dentro, sino en dotarla de toda la potencia que tanto temen con razón los nacionalpopulistas de fuera, para lo cual resulta indispensable convertirla en un Estado federal capaz de conciliar, en un experimento histórico sin precedentes, la unidad política y económica con la diversidad lingüística y cultural. Es el éxito o el fracaso de ese experimento lo que está en juego el 26 de mayo.»
La destrucción de Europa (El País, 7 de abril de 2019)