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«El independentismo ha intentado capitalizar la lucha feminista y se ha llegado a comparar la situación en Cataluña con la de una mujer maltratada. El feminismo es plural, afecta a los derechos de todas las mujeres. Y el feminismo de obediencia nacionalista, no muy organizado, está supeditado a las directrices que marcan los hombres de sus partidos. Y también hay que decir que en Cataluña el movimiento feminista es más débil, como consecuencia de la polarización social provocada por el “Procés”. Cosa que también ocurre en el sindicalismo y en otros ámbitos de la sociedad catalana.»

Entrevista a Mari Luz García (El Triangle, 9 de marzo de 2019)