«Las mujeres están mejor formadas pero sufren más paro y precariedad laboral. El 74% de los contratos a tiempo parcial corresponden a mujeres porque no se les ofrece otra opción y porque los recortes en guarderías y dependencia se han traducido en que ellas han tenido que dejar de trabajar. De hecho, el 97% de las personas que reconocen que trabajan a tiempo parcial en Catalunya porque deben destinar tiempo al cuidado de niños, enfermos o personas mayores son mujeres. Esto se traduce en menos ingresos, menos posibilidades de ascender a cargos de responsabilidad y menos cotización para la jubilación lo que, en definitiva, conduce a un mayor riesgo de pobreza.»
La pobreza tiene rostro de mujer (El Periódico, 5 de marzo de 2019)