P. Sostiene que el proceso independentista ha menospreciado el derecho.
R. Aquí ha habido distorsiones de la realidad muy notables. Se ha construido un imaginario en Catalunya, como si estuviéramos en un estado autoritario, creando un mundo paralelo un poco fantasioso. Entonces plantear una vía de la independencia unilateral, desbordando y diciéndolo sin sutilezas como se hizo en la resolución I/XI [la declaración de ruptura anulada por el TC], ya significaba prescindir de un valor fundamental de un Estado, que es el valor del derecho. Y eso no lo ha hecho ni Escocia ni ningún otro país.
P. ¿Catalunya no tiene derecho a la autodeterminación?
R. No, en el derecho internacional no. Porque el derecho internacional también protege la integridad de los estados. Y cuando se hace este pacto en los años 60 es para acabar con situaciones coloniales o con la situación de pueblos que están oprimidos y no tienen ni derecho de participación. En un estado democrático, en el que tenemos autonomía, con instituciones propias, donde escogemos el parlamento español… todo esto no tiene nada que ver con esos casos. Por eso me sorprendió tanto que la ley del referéndum se basara en el derecho de autodeterminación. Y que ahora se quiera hacer valer delante del Tribunal Supremo en el juicio. Me parece un argumento muy débil.
Entrevista aparecida en La Vanguardia, el 26 de febrero de 2019