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«El relato independentista no parece, en efecto, dar más de sí. Al margen de lo cómico de la situación, cabe leer las palabras del antidisturbios como una muestra de la evolución que podrían seguir buena parte de los ciudadanos decepcionados por el mayúsculo engaño que ha significado el ‘procés’, esto es, el sector de los habitualmente calificados como «independentistas de buena fe». Dudo mucho que ninguno de ellos cambie de bloque (ni siquiera de conglomerado), al menos en primera instancia. Tiendo a pensar más bien que rumiarán su decepción en soledad, retirándose electoralmente al balneario de la abstención y lamiéndose las heridas de su íntima frustración en los cuarteles de invierno de la esfera privada.»

No solo de relato vive el hombre (bueno, el independentista sí) (Crónica Global, 30 de diciembre de 2018)