«Pasqual Maragall fue un alcalde que miraba al futuro, que no pretendió nunca imitar a nadie del pasado. Y hacía mirar al futuro a todos, especialmente a la gente sencilla. No me imagino ni a Ernest M. ni a M. Valls yendo a dormir a casa de un vecino en Torre Baró (no es el chalet de un aristócrata, Manuel) y a la mañana siguiente levantarse a las 7, leer rápido los diarios e ir a un instituto de la Zona Franca a dar una charla a estudiantes hijos de obreros, y pedirles que sean «analíticos». Este es el recuerdo que yo tengo de este políticazo. O conseguir que los internos de una prisión de jóvenes se levanten a aplaudirle a media charla tras decirles que todo el mundo se merece una segunda oportunidad. Pasquis no fue quien creó la Barcelona olímpica, sino que fue creado por esta. Es fruto de su tiempo, y por definición este es irrepetible.»
Maragallismo sobrevenido (El Triangle, 13 de diciembre de 2018)