Federalistas, se nos gira trabajo. Que la Feliz Navidad y las buenas fiestas que os deseamos sirvan también para reunir fuerzas!
Los días de Navidad son propicios a reflexionar sobre el año transcurrido y planear proyectos nuevos para el próximo año. En Cataluña, sin embargo, estas cosas no son ni frecuentes ni fáciles: ni reflexionamos suficientemente, ni parecemos tener, como sociedad, la capacidad o las fuerzas necesarias para salir de la continua repetición de argumentos y de tópicos. El mantenimiento del empate en la opinión pública, el bloqueo de la acción gubernamental y la agudización de las divisiones internas dentro del bloque independentista parecen condenarnos a la inmovilidad y la impotencia.
Y Así mismo 2018 nos ha traído cambios de gran trascendencia. El derribo del gobierno Rajoy llevó a la formación de un gobierno socialista encabezado por Pedro Sánchez, con el apoyo parlamentario de Podemos y de los nacionalistas vascos y catalanes; a la vez, estos tenían dificultades a desempallagar del control a distancia que Puigdemont intentaba ejercer desde Bélgica. Y la invasión de lazos amarillos durante los meses de verano ha sido un factor esencial en el crecimiento electoral de PP, Ciudadanos y la emergencia de un grupo extremista como Vox.
Todo ello ha puesto en el centro del escenario político español la cuestión de la estructura territorial del poder. Hoy el problema ya no es la situación de Cataluña, sino la gobernación de las Españas, en un contexto sin mayorías parlamentarias y donde han desaparecido las certezas: el pasado es criticado, pero no se sabe por dónde ir adelante; los resultados de las elecciones andaluzas son a la vez un elemento de la crisis que vivimos y un símbolo elocuente: el supuesto retroceso socialista ha dejado aún el PSOE como primer partido, y Ciudadanos y PP no pueden hacer nada sin el apoyo de Vox, apoyo que, sin embargo, no quieren reconocer en público.
En otras palabras, es más claro que nunca que las viejas recetas, hechas de nacionalismo y mayorías absolutas, están agotadas y no volverán más. España es una sociedad plural, madura, que ha aprendido a auto-gobernarse democráticamente y no volverá atrás; pero con una esfera política que no se ha modernizado bastante: la reunión del Consejo de Ministros en Barcelona el 21 de diciembre (una buena noticia) ha desvelado unas reacciones ambiguas y poco tranquilizadoras en el gobierno de la Generalitat, y unas lecturas propiamente delirantes en las derechas madrileñas.
Y Así mismo, este es el camino. Lo demuestra el continuado surgimiento de grupos federalistas organizados en Aragón, Andalucía, Cantabria, Madrid, el País Vasco o la Comunidad Valenciana, y la constitución y lanzamiento de la «Asociación por una España Federal» que los reúne, y que tuvo su presentación en sociedad en la gran reunión federalista que organizamos en Hospitalet del Llobregat el pasado día 6 de octubre.
Federalistes d’ESquerres, junto con todos los compañeros del resto de los territorios españoles, estamos firmemente comprometidos en la causa del progreso democrático y la transformación institucional del país. Somos conscientes de las dificultades que encontraremos los próximos meses: la vista pública de la causa judicial contra los dirigentes independentistas o la jornada electoral del 26 de Mayo pondrán en tensión todos los mecanismos políticos. Pero serán también la ocasión para demostrar que aquellos que dicen que «las calles serán siempre nuestros» se equivocan: las calles estrechas deben reemplazarse por las amplias avenidas que crearemos los hombres y las mujeres que trabajamos por un país y una Europa a la altura de los inmensos problemas (económicos, sociales, ambientales …) de nuestro tiempo.
Federalistas, se nos gira trabajo. Que la Feliz Navidad y las buenas fiestas que os deseamos sirvan también para reunir fuerzas!
La Junta de Federalistes d’Esquerres