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«Los actores, desconcertados, mantienen discursos dispares. Unos afirman que declararon la república de farol. Si esto es cierto, cabe preguntarse por qué dos millones de independentistas lo creyeron y por qué los que no lo eran decidieron arremangarse para acabar con el asunto. Una vez abierto el juicio oral, les convendría que nos convencieran que todo iba de mentirijillas y que realmente no se proclamó la república ni se lanzó a la gente a la calle para defenderla, pero Torra dice que no acatará la sentencia y anima a continuar con el estado de desobediencia y rebelión de octubre del año pasado. Flaco favor que les hace a sus compañeros de viaje que, pendientes de juicio, despachan con naturalidad desde la cárcel catalana.»

El bumerán (Crónica Global, 3 de noviembre de 2018)