ActualidadOpinión

«El balance es, hasta cierto punto, esperanzador. Nos encontramos en un momento de cierta calma, pero de calma tensa, dado que se avecinan unos juicios que de nuevo van a ser conflictivos. Pero las instituciones de la sociedad civil mantienen su solidez y su ritmo de trabajo; hubo costes importantes, hubo mucho debate, pero no una fractura que paralizara la acción. Es necesario intentar, por parte de todos, del poder político, de la población, de la sociedad civil, preservar estas instituciones tan básicas para el funcionamiento de la sociedad catalana, dado que son ellas las que garantizan la resolución del día a día de los problemas comunes, sea cual sea su posición política y la ilusión o el temor que les inspire el movimiento independentista. Son ellas las que garantizan, probablemente más que nadie, la convivencia y el esfuerzo colectivo por llegar a esta Catalunya mejor que tanta gente anhela.»

Independentismo y sociedad civil (El Diario, 26 de noviembre de 2018)