«Es comprensible que los que siempre han vivido en democracia puedan tener la tentación de darla por descontada, pero no se puede perder de vista que numerosos ejemplos históricos demuestran que ni es irreversible ni lo aguanta todo y que en especial resiste mal a la excesiva polarización y a la denigración del otro que provocan los malos modos en política.»
Malos modos, populismo y democracia (El Periódico, 29 de noviembre de 2018)