«Los equipos de TV3 y Catalunya Ràdio deberían preguntarse cada día si están ejerciendo su papel de servicio público hacia una ciudadanía que financia con sus impuestos la friolera cifra de 310 millones de euros que cuesta al año la radio y la televisión pública. También cuál es el papel que deben jugar en una comunidad que se encuentra dividida en torno a un tema tan delicado como la secesión del territorio donde viven. ¿El papel de los medios públicos es favorecer la convivencia o amparar conductas que incitan al odio?¿Es propiciar el diálogo o deslegitimar las opciones políticas de más de la mitad de la población? Parece que el sentido común indica que propiciar la convivencia y representar a toda la ciudadanía sin excepción tendría que ser la prioridad.»
La pluralidad de TV3 y Catalunya Ràdio (Crónica Global, 26 de septiembre de 2018)