«Que pueda llegar a proponerse como enésima hoja de ruta ¡un cuarto! referéndum (contando las llamadas plebiscitarias) de presunta autodeterminación, sin que quienes se atreven a formular la propuesta alcancen a sentir ni siquiera un ligero rubor en sus mejillas, resulta, como indicador de la salud política de una comunidad, decididamente alarmante.»
La eternidad no es lo que era. (El Confidencial, 28 de julio de 2018)