«Pensar que un referéndum, cuyas condiciones no han sido pactadas, es capaz de definir un nuevo estatus político resulta tan ilusorio como creer que unas elecciones normales, que como mucho sirven para cambiar de Gobierno, iban a disolver un conflicto político cuya verdadera naturaleza no se quiere reconocer. En uno y otro caso se comete el error de confiar a un instrumento para la construcción de mayorías la solución de un problema que requiere la construcción de amplios acuerdos. La democracia mayoritaria es incapaz de conseguir lo que en el mejor de los casos se alcanza por medio de la democracia de negociación.»
La cuestión del método: Una democracia de negociación. (Agenda Pública, 27 de julio de 2018)