General

«Quizá estamos entrando en un nuevo escenario a medio plazo, en el que la política acabe reflejando una división política sustentada, primordialmente, en la identidad nacional, y sólo después, matizada por otros conflictos de tipo social. Una nueva estructura política como la que experimentó Bélgica a partir de los años 60 y que sólo pudo contenerse en un pegamento consocional inestable: cualquier debate político puede quedar fácilmente bloqueado por alguno de los representantes de la identidad cuando conviene.»

«La Cataluña que viene: Cuando la política de la identidad sepulta la política de los intereses», (Agenda Pública, 15 de mayo de 2018)